
Golpearse un dedo en el trabajo puede parecer, a primera vista, un incidente menor. Sin embargo, cualquier lesión sufrida durante la jornada laboral o en ocasión del trabajo puede tener consecuencias médicas y legales importantes. En especial si la lesión afecta la movilidad, genera dolor persistente o impide realizar ciertas tareas. Por eso, es clave actuar con rapidez, documentar lo ocurrido y asegurarse de que se lo reconozca como accidente laboral.
¿Por qué es importante que se lo considere un accidente de trabajo?
El golpe en el dedo anular puede derivar en hematomas, luxaciones, fracturas o incluso pérdida parcial de la función. Si se trata como un accidente común, el trabajador podría verse obligado a cubrir gastos médicos de su bolsillo, perder ingresos por días no trabajados o incluso quedar sin cobertura frente a una eventual secuela.
La calificación como accidente laboral es lo que garantiza la atención médica gratuita a través de la ART, la preservación del salario y, de ser necesario, una indemnización.
¿Qué pasos debo seguir si me lesioné el dedo anular en el trabajo?
1. Informar inmediatamente a tu empleador
El primer paso es reportar el hecho de forma inmediata. Puede hacerse de manera verbal, pero lo más recomendable es dejar constancia por escrito, por ejemplo, a través de un correo electrónico o mensaje que quede registrado. El aviso debe contener:
- Fecha y hora del accidente.
- Lugar donde ocurrió.
- Cómo se produjo la lesión (por ejemplo: “me golpeé el dedo anular al manipular una herramienta”).
- Si hay testigos, incluir sus nombres.
No informar el accidente puede hacer que la ART lo rechace, argumentando que no ocurrió durante la jornada laboral o que se trata de una lesión preexistente.
2. Solicitar atención médica inmediata
La ART debe brindar atención médica sin costo alguno. Tu empleador debe comunicarse con la aseguradora y gestionar un turno en un centro médico habilitado. No te automediques ni pospongas la atención, ya que esto puede empeorar la lesión y generar conflictos con la ART respecto al origen del daño.
Si no te derivan o hay demoras, podés asistir por tus propios medios a una guardia médica y pedir que consten los detalles del accidente laboral en la historia clínica.
3. Exigir que la ART lo califique como accidente de trabajo
Una vez informada la ART, esta debe analizar el caso y calificarlo como accidente laboral. En caso de que lo rechace, podés impugnar la decisión ante la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). Allí se evaluará si corresponde la cobertura por parte de la ART.
4. Guardar toda la documentación
Conservá todos los documentos relacionados con el accidente:
- Comprobantes de atención médica.
- Estudios realizados (radiografías, informes de traumatología).
- Comunicaciones con la ART o el empleador.
- Constancias de ausencias laborales por reposo médico.
Toda esta documentación será clave en caso de tener que reclamar una indemnización o iniciar una acción legal.
5. Consultá con un abogado especializado
Si el accidente genera una incapacidad permanente, aunque sea parcial, tenés derecho a percibir una indemnización. Además, si la ART no cumple con la cobertura o si sufrís un perjuicio mayor, es posible iniciar acciones legales para obtener una reparación completa.
Podés calcular cuánto podrías reclamar por tu caso particular usando esta herramienta de cálculo de indemnización.
Conclusión
Golpearte el dedo anular en el trabajo no es un hecho menor. Incluso una lesión aparentemente leve puede derivar en consecuencias funcionales y laborales. Por eso, reportar el accidente, acceder a atención médica adecuada, documentar todo lo ocurrido y asesorarte legalmente son pasos fundamentales para proteger tus derechos.
No subestimes ninguna lesión laboral. Actuá con responsabilidad y buscá el respaldo legal que necesitás para hacer valer tus derechos.